Por qué la montaña?

Antes de comenzar a ir a la montaña con nuestras hijas estuvimos mirando e investigando diferentes opciones. En primer lugar por comodidad, si te apuntas a un Centro Excursionista por ejemplo, tienes una gran infraestructura montada y gente con experiencia que te ofrece diferentes opciones para disfrutar al aire libre con tus hijos sin tener que comerte mucho la cabeza. Además organizan rutas y subidas adecuadas a la franja de edades que tengan en dicho CE, por lo que te evita tener que investigar si esta o aquella salida es apta para tus hijos/as, donde empieza, donde acaba, como llegar, etc.

En segundo lugar y para nosotros más importante, la cantidad de niños/as que hay en los CE o similar.

De todos es sabido que un niño/a puede tener miles de juguetes, consolas, libros... y en la mayoría de los casos no se entretenga con nada y/o se acabe aburriendo. 

Los niños quieren niños y seguramente dos niños se entretengan con cualquier cosa, puede que incluso con la caja vacía de la multitud de juegos que puede haber en cualquier casa.
Por eso buscábamos pertenecer a un grupo en el que hubiera niños de las edades de nuestras hijas, casi 6 y 3 años respectivamente. Nosotros en la montaña, almenos con Teresa, ya que Elena suficiente tiene con seguir el ritmo y no pedir brazos o ir a caballito, nos inventamos historias al más mínimo atisbo de aburrimiento o cansancio. 

Seguramente con niños de sus edades el cansancio o el aburrimiento quedarían en un segun plano, porque verían con otros ojos sus salidas a la montaña. Descubrirían lugares nuevos, gente nueva, costumbres nuevas y siempre jugando con otros niños.

Es cierto que en la montaña tenemos una relación especial con las niñas , ahí no hay tele, ni móviles, ni coches ni nada que haga que no estemos al 100% unos con otros, no hay nada que nos distraiga.

Hay que pensar que no dejan de ser niñas muy pequeñas aunque a veces se nos olvide y les pidamos mucho, y más cuando a veces se trata simplemente de caminar, y la verdad eso para los niños no es muy divertido. Ellas aún no entienden qué es la superación personal ni aprecian lo bonito de un paisaje fuera de la ciudad.